Desde el 20 de noviembre y hasta el 21 de febrero se presentará en Museo Nacional de Bellas Artes la muestra La exposición pendiente 1973–2015. Orozco, Rivera y Siqueiros.
«La ruta a México es: Antofagasta, Lima, Panamá, México y escala técnica en esos lugares. Comuníquenlo al canciller Rabasa y díganle que cruce los dedos». Este es el contenido del último telegrama enviado por el embajador de México en Chile, Gonzalo Martínez Corbalá, antes de subir al avión que lo trasladó a México junto a los familiares del presidente Salvador Allende. Unos días después, se lograba sacar del país también a las 180 obras que se exhibirían en el Museo Nacional de Bellas Artes de Chile a partir del 13 de septiembre de 1973. En medio de la convulsión y sin que muchos se enteraran, se suspendía Orozco Rivera Siqueiros. Pintura Mexicana; la muestra que presentaba al público chileno una de las colecciones de arte moderno más importantes del continente.
Más de 40 años después, el Museo Nacional de Bellas Artes vuelve a abrir sus puertas para recibir las obras de David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera, reconocidos exponentes del arte mexicano del siglo XX. Esta exposición se enmarca en el aniversario n° 25 del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre México y Chile, países cuyos gobiernos han realizado un esfuerzo conjunto para reeditar esta muestra.
La muestra recrea de manera parcial la exposición que no fue posible inaugurar hace 42 años, presentando al público 76 obras de estos artistas, pertenecientes a la colección patrimonial del Museo de Arte Carrillo Gil de México. Este acervo, originalmente de propiedad del coleccionista de arte mexicano más relevante del siglo XX, Álvar Carrillo Gil, fue donado al estado mexicano en 1972, tras lo cual comenzó una serie de itinerancias a nivel mundial, siendo Santiago de Chile el primer destino escogido para ello.
Lo anterior, gracias a las gestiones del museógrafo y comisario de exposiciones mexicano Fernando Gamboa, y del entonces director del Museo Nacional de Bellas Artes, Nemesio Antúnez, quien también jugó un importante rol en el regreso de las obras a su país de origen, y a quien Gamboa describiera como «el prototipo de la amistad, de la decencia, y del artista e intelectual humanista chileno… El estilo del Museo».
La exposición se exhibirá en los mismos espacios que Antúnez y Gamboa destinaron a la muestra original (alas norte y sur del primer piso del Museo), utilizándose en esta ocasión las rotondas de dichas salas como espacios para el despliegue de documentos y testimonios de época.
En cuanto a las obras, se presenta al público una cuidada selección de la obra cubista de Diego Rivera, con piezas clave de dicho periodo, como El arquitecto (1915-1916) o Maternidad (1916).
En el caso de José David Alfaro Siqueiros, se exhiben 21 obras, entre pinturas, litografías y croquis. Entre las primeras destacan las célebres Zapata, estudio para el mural del castillo de Chapultepec (1966), Torso femenino (1945) o el Retrato de José Clemente Orozco (1947). La exposición ahonda en la relación de Siqueiros con Chile, presentando por ejemplo los grabados realizados para ilustrar el Canto General de Pablo Neruda.
Finalmente, la curatoría de José Clemente Orozco (la más numerosa, con 50 obras) presenta gran parte de su trabajo previo a los murales (óleos y grabados), igualmente de gran contenido político. En esta selección, el público podrá apreciar obras emblemáticas como El fusilado (1926-28), El réquiem (1928), Pancho Villa (1931), Cristo destruye su cruz (1943) o Los teules IV (1947).
Se podrá visitar la muestra La exposición pendiente 1973–2015. Orozco, Rivera y Siqueiros del 20 de noviembre al 21 de febrero, de martes a domingo de 10:00 a 18:45 horas en Museo Nacional de Bellas Artes (José Miguel de la Barra 650, Santiago). Entrada liberada. Más información en www.mnba.cl.