Este 1 de julio se inauguró la XVI Muestra Nacional de Dramaturgia organizada por el Consejo de la Cultura a la cual fueron convocados 50 artistas, entre ellos Aliocha de la Sotta, Fernando Milagros, Paula Zuñiga, Amparo Noguera y Marco Antonio de la Parra. El entramado involucrará 11 propuestas escénicas que se crearán entre julio y septiembre en el Centro de Extensión de Balmaceda Arte Joven, ubicado en Quinta Normal.
La Muestra nació a mediados de los noventa para fomentar la dramaturgia chilena después del apagón cultural de la dictadura y permitió formar y consolidar autores como Juan Radrigán, Jorge Díaz, Marco Antonio de la Parra o Benjamín Galemiri. Ahora bien, la Muestra se adapta a la realidad teatral actual, marcada por una gran diversidad de autorías y, según la directora artística del proyecto Manuela Infante: «la Muestra Nacional de Dramaturgia es un patrimonio fundamental del teatro chileno. No hay otro festival de estas características en Chile. La Muestra fue, ha sido, y debe ser ahora y más que nunca un festival para la experimentación, la reflexión y el revoltijo».
Este año, la Muestra dará una importancia particular al diálogo entre la escritura teatral y la puesta en escena al abrir el proceso de creación al público que podrá ir a los ensayos y así generar una reflexión permanente en torno al desarrollo de la Muestra. También se podrá seguir el proceso creativo día a día por las redes sociales y los relatos de Marco Antonio de la Parra.
En una voluntad de diálogo con la escena chilena y en una perspectiva de formación al público, Manuela Infante decidió trabajar con un equipo multidisciplinario. Fue así que convocó un equipo artístico conformado por alrededor de 50 artistas entre actores, actrices, directores, directoras, músicos, diseñadores, una coreógrafa y dos teóricos para que trabajen en conjunto la puesta en escena de los textos seleccionados.
Podrán entonces asistir a las puestas en escenas de cinco obras. Gastos de representación, de Alejandro Moreno, es una obra «sobre la voz y sus economías» donde los personajes sólo tienen su voz y, sólo se vuelven presente por el acto de escucharse a sí mismos. La chica, de Karen Bauer narra la historia de una niña autista en una casa donde se vive en silencio la desaparición de un hijo en la dictadura. Hilda Peña, de Isidora Stevenson, es el relato delirante de una madre que perdió a su hijo en el asalto al Banco O’Higgings del Faro de Apoquindo. La Flor de Liriray, de Carlos Chandía, ahonda en lo conflictivo que se vuelven cosas sencillas, como poder mirar directo a los ojos y ser sinceros. Finalmente, la Ceremonia de Premiación de Cristóbal Valenzuela cuestiona los factores que inciden en la selección y la utilización política de la obra de arte.
Con 11 propuestas escénicas, la etapa creativa durará en torno a cuatro meses, período esencialmente de ensayos en Balmaceda Arte Joven, lugar llamado por el equipo «El Invernadero». Luego, en octubre, se podrá ver el resultado de los montajes en el centro cultural Matucana 100.
De julio a septiembre en el Centro de Extensión de Balmaceda Arte Joven —Santo Domingo 340— y en octubre en el Centro Cultural Matucana 100 (cuyo nombre dice la dirección).