El Guillatún

Mezclando elementos orgánicos, digitales, de ficción y realidad

Obra «Atraída inevitablemente» de Mariel Sanhueza

Obra «Atraída inevitablemente» de Mariel Sanhueza.

Para Mariel, el arte se da como una «posibilidad de transmitir ideas, sensaciones, reflexionar, criticar (…) desde una perspectiva más bien poética», asunto que se refleja en cada una de sus creaciones, donde el mensaje se encuentra entre la magia y el misterio de las situaciones. Así, los invitamos a conocer a esta artista emergente en la siguiente entrevista que les trae El Guillatún.

PERSONAJES INCÓMODOS

—En tus dibujos y animaciones destacan seres humanos extraños, en posiciones o momentos incómodos o mágicos. ¿Qué es lo que intentas transmitir con tus dibujos, según tu perspectiva como artista?
—Creo que los personajes, y sus posiciones, reflejan cierta incomodidad con el entorno. Me gusta pensar en ellos como personajes que no están habituados al lugar en el que están, entonces, reaccionan ante los objetos con los que se encuentran, y con los otros personajes, con curiosidad y extrañeza, como si los vieran por primera vez y no supieran qué hacer. Investigan cómo funcionan las cosas, para qué están ahí…

—¿A qué tipo de público te diriges?
—No me dirijo a un público específico, es para todos y para nadie a la vez. Creo que como espectador uno se siente atraído por cualquier expresión artística, cuando percibe algo que resuena con las experiencias e intereses personales.

—¿Qué instrumentos utilizas habitualmente en tus dibujos? ¿Cuáles son tus favoritos y por qué?
—Para los dibujos, utilizo un poco lo que hay a la mano: grafito, lápiz pasta, plumón, algún lápiz de color… A veces hago una versión digital de ellos. También me gusta bastante mezclar distintas maneras de enfrentarme al dibujo, a la creación de imágenes. Así que mezclo el dibujo digital, impreso, buscando esa factura tecnológica, controlada y precisa, con un dibujo más gestual que tenga un carácter más íntimo, quizás.

—Tus animaciones son un trabajo bastante original y, en lo personal, me han gustado bastante… ¿Cómo es el proceso para realizar ese trabajo? ¿La música es tuya?
—Qué bueno que te hayan gustado. Parten desde distintos lugares: a veces es una idea (como Espectacular), o una frase que quiero decir (como Juguemos a la Ronda); otras veces, parten de algún boceto realizado sin mucha intención y van tomando forma de a poco. Tengo varios apuntes sobre temas que me interesan, a veces leo sobre ellos y en ese momento van apareciendo ideas que, si tomo en cuenta, van agarrando más fuerza y muestran más sobre ellas. Pensando en cómo surgen, es como que aparecen un poco solos y yo los escucho. Sobre la música, algunas las he hecho yo, otras las ha creado mi hermano Rafael y otras las hemos hecho entre los dos.


Obra «Estira» de Mariel Sanhueza.

—Da la sensación de que tus animaciones son tu trabajo más explícitamente crítico. ¿Consideras lo mismo? Si es así, ¿cómo se dio esa situación, fue al azar o crees que quizás las animaciones —al tiempo en que incluyen sonidos, movimientos, diferentes estímulos— son capaces de expresar más allá que un dibujo?
—Sí, creo que en mi caso las animaciones corresponden a un trabajo que es más explícitamente crítico. Y pensando en el formato, me parece que, al incluir el audio y el movimiento, me entrega mayor posibilidad de hacer cruces y relaciones entre distintas cosas, como mezclar un dibujo un tanto oscuro y misterioso con una risita inocente; o una frase fuerte y un dibujo tosco y gestual, con una melodía y una manera de cantar más tierna… Me gusta la extrañeza que se produce ahí. Además, me divierte muchísimo lo ridículo que pueden volverse los personajes que se ven terroríficos al hacerlos actuar, moverse o bailar. Me parece un muy buen medio para que se encuentren elementos con un tono dramático, duro, algo expresionista, o existencial, con un tono más liviano, superficial o pop… que es un poco como vivimos: entre la ficción y la realidad, mezclando ambas, alimentándose la una con la otra.

—¿Cuál es la obra (de tu autoría) favorita?
—Qué difícil, creo que varias me han gustado. Quizás las animaciones me dejan más contenta por ahora y la última pintura que hice, que es sobre una niña que descubre una especie de construcción/ciudad entremedio de su jardín de hortalizas (Atraída Inevitablemente). Acá hay esa tensión o encuentro entre dos lenguajes, el jardín pintado en acrílico por el lado de lo orgánico, y una estructura en 3D de líneas rectas y limpias por el lado de las construcciones racionales.

ARTE DESDE Y HACIA LA NIÑEZ

—¿Siempre pensaste en dedicarte a las artes visuales?
—Creo que no pensaba específicamente en las artes visuales, pero sí estaba interesada en el arte en general; quizás como le pasa a la mayoría de los niños. Hay una idea que escuché en un documental Beautiful losers donde decían que lo que hacía a un artista era no dejar de hacer las cosas que hacía cuando era niño. Me parece que es cierto. En general, los niños están vinculados a alguna expresión artística: cantan, dibujan, actúan o bailan, etc. Cuando era chica lo que más me gustaba era bailar y dibujar y ahora creo que la animación une un poco esas dos formas, el dibujo y el ritmo a través del movimiento.

—¿Qué artistas te inspiran o te han inspirado?
—Me inspiran muuuuchos artistas, aquí van algunos: relacionados con la animación, David Shrigley, Michaela Povlatova, Bill Plympton; con pintura, Jenny Saville, Jean Rustin. Una que descubrí hace poco es Sabine Timm, ella hace pequeños escenarios y personajes con cosas encontradas, cosas que en general pasan desapercibidas. También últimamente he descubierto a estupendos artistas de la ilustración, como Shaun Tan y Suzy Lee. La música es también una fuente de inspiración constante, me gusta mucho Juana Molina, Antsy pants, Animal collective, Devendra Banhart, The Residents, Blonde Redhead, y un gran etcétera.


Obra «Espectacular #01» de Mariel Sanhueza.

EXPOSICIONES Y LO QUE VIENE

—Cuéntanos sobre tu experiencia en la exposición Humanamente Hablando y Mala Conducta del 2007. ¿Cumplió las expectativas?
—Esa fue una exposición que realicé junto a mi amiga Verena Urrutia en el marco de las exposiciones que se realizan año a año en la galería Bech. Autogestionada como todas las cosas que he hecho. Si cumplió con las expectativas de ese momento, creo que sí… Hay varias cosas que descubrí sobre los personajes que dibujo, que sigo desarrollando hasta ahora.

—Además de la anterior expo, estuviste este año en La Sombra de una Sonrisa, como artista invitada… ¿Recibiste buenas críticas, estás satisfecha con esa participación?
—Sí, quedé bastante satisfecha sobre todo porque la muestra tuvo muchas visitas, creo que generó cierto interés. El Centro Cultural Estación Mapocho es un lugar por donde transita mucha gente, incluyendo al público que no va usualmente a muestras de arte.

—¿Cuáles son tus proyectos a futuro y cuáles son los actuales? ¿Cómo esperas que se desarrolle tu carrera como artista en Chile?
—De mi carrera como artista en Chile no espero mucho. Siempre he realizado mi trabajo de manera independiente y no tengo mayor relación con el mundo del arte, si es que existe por aquí… Más que con amigos y conocidos. Creo que acá no está pasando mucho realmente, salvo algunas excepciones, el panorama del arte se vuelve un conjunto de apariencias por sostener. Siento que falta tomar la práctica artística de una manera más comprometida y seria, en el buen sentido de la palabra. En general, todo es bastante irregular e inestable, las iniciativas no tienen una continuidad sólida en las que el trabajo pueda sostenerse de buena manera. Cuesta a veces lograr los mejores resultados al tener que comprometer gran parte del tiempo en otras tareas.

—Por último, ¿hay algo que quieras agregar que creas que hace falta en esta entrevista? ¿Algún mensaje que quieras dar al público de El Guillatún?
—Bueno, quiero darles las gracias por el espacio y lo que me gustaría decir es algo que puede sonar bastante tonto: me gustaría que cada vez más pudiéramos hacer con la vida lo que queremos y no lo que otros creen que debemos hacer. Me gustaría menos publicidad y una realidad con más relieve, menos créditos de consumo, menos manipulación y más posibilidades de liberar el potencial creativo que hay en todos nosotros.El Guillatún

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