El Guillatún

10° Encuentro Universitario de Danza Balmaceda Arte Joven

Escuela de danza U. de Chile

Escuela de danza U. de Chile. Foto: Gonzalo Donoso

LA EXPERIENCIA DEL ARTE

Balmaceda Arte Joven nace como corporación cultural en septiembre de 1992, como dice en su página «con el objetivo de entregar un espacio de creación artística, ofreciendo oportunidades reales a jóvenes de recursos limitados para desarrollar sus talentos en las diferentes disciplinas». Es así como en cada una de sus sedes, que incluye las regiones Metropolitana, Antofagasta, Valparaíso, Bio Bio y Los Lagos, desde hace veinte años, Balmaceda Arte Joven ofrece talleres y actividades de extensión gratuitos.

Resulta difícil traducir en palabras lo que ha significado la gestión de esta corporación cultural y el acercamiento a la experiencia con el arte que ha generado en miles de jóvenes, tanto en la posibilidad viva de ser partícipes de sus talleres —con la culminación y continuidad de trabajos concretos en el escenario, galerías y los soportes correspondientes a cada ala del arte que han abordado—, como también a nivel de audiencia.

La experiencia del arte supone en este país como en muchos otros, la posibilidad del acceso a. Es decir, el arte es para el que ha podido crecer en contacto con la experiencia sensible de ver arte, conocer artistas, rodearse de cultura, tenidos los medios, etc. Con Balmaceda Arte Joven esa línea de acceso ha podido quebrase, debido a que su labor ha sido dar espacio, acercar, despertar a los jóvenes con intereses tanto para la danza, el teatro, la literatura, música, fotografía, artes visuales y audiovisuales, y alertarlos de que estas disciplinas a través de su corporación son también para cualquiera que sienta un llamado a crear, a indagar en estas expresiones como en sí mismo, a partir de ellas. Sin duda esto tiene un alcance indefinible tanto en las vidas de estos jóvenes, como en el aporte que Balmaceda ha hecho a nuestra cultura como país.

Por ejemplo, en la danza, que es lo que aquí nos convoca, Balmaceda, como llamamos a esta corporación que sentimos parte nuestra, durante diez años ha generado el Encuentro Universitario de Danza Balmaceda Arte Joven, que se ha consolidado como el más importante, sino el único en su genero, ya que con éste nació una plataforma en que los maestros y estudiantes de las distintas escuelas de danza institucionales, han podido mostrar su trabajo y sus cualidades artísticas. Fuera de ello, el Encuentro ha considerado la realización de foros en donde se ha podido debatir y reflexionar sobre las distintas problemáticas que competen a la danza en nuestro país, y más allá aún, como un lenguaje que cambia y se piensa a sí mismo.

VER DANZA

Otra labor que ha realizado la gestión de esta instancia, es acercar audiencias escolares a ser espectadores de funciones realizadas en distintos escenarios de nuestro país. Para quienes hemos podido ser testigos de ello, no deja de ser remecedor ver llegar a grupos de escolares, de los cuales muchos no conocían previamente el Centro Cultural Gabriela Mistral, o Matucana 100, y menos el Teatro Municipal de Santiago. Tampoco habían visto danza en su vida, de ningún estilo.

Es así, como hay muchos casos de jóvenes intérpretes, coreógrafos, hoy profesionales que vieron danza por primera vez en estos encuentros, que luego estudiaron y hoy dedican su vida a las artes coreográficas. Muchos de ellos han sido partícipes de las galas de este evento, funciones en que estos jóvenes creadores presentaron parte de su trabajo.

Otra posibilidad que ha brindado el Encuentro en sus distintas versiones, ha sido la tribuna a través de la cual se ha podido apreciar en panorámica los distintos estilos y tendencias que hay entre las escuelas. Por ejemplo, este año participaron las escuelas de danza de la Universidad Arcis, Universidad de Chile, Universidad de Humanismo Cristiano, Universidad de las Américas, Universidad Bolivariana y la Escuela Moderna de Música y Danza. Cada escuela mostró las cualidades escénicas que hoy los identifican. Se dejó ver la calidad de su formación, las técnicas que han recibido, cómo asumen su corporalidad, la diversidad de cuerpos, la libertad creativa que han tenido, y en especial, su gran respeto por el escenario y el espectador, ya sea con significativo o escaso público, a las tres de la tarde u ocho de la noche, en una pequeña sala o en el mismo Teatro Municipal de Santiago. En cada lugar se pudo apreciar cómo las distintas escuelas han traspasado el valor y respeto por todo público y escenario. A su vez, se hace evidente que algunas escuelas y presentaciones logran mayor nivel, mayor búsqueda o calidad interpretativa que otras, pero no cabe aquí el hacer hoy esas menciones, pues cada grupo entregó en escena su trabajo con gran compromiso y presencia. Se hace esta reflexión, porque muchas veces al ver danza incluso profesional, mirando el escenario surge la pregunta: dónde está esa persona, que no está ahí, donde se supone que debiera estar sucediendo algo y que no sucede. Sin embargo, este año en la seguidilla de estas presentaciones, con mayor o menor seguridad o experiencia, cada intérprete y estudiante estuvo ahí, en el escenario donde siempre ocurrió algo.

A lo largo de estos diez años del Encuentro Universitario de Danza, hemos podido ver como las escuelas se han abierto a la diversidad de estudiantes, algunos lejanos y otros cercanos a lo que se supone el biotipo para la danza. Resultó gratificante apreciar como cada intérprete lograba su propia textura, algo que los docentes de hoy respetan visiblemente, dando espacio a aquellos movimientos venidos de un sí mismo, dejando ver así, que los convencionalismos, sincronías estrictas, movimientos obedientes y las rigideces de las escuelas de danza de antaño por fin van quedando atrás.

UNA GRAN GESTIÓN

En una de sus galas, más específicamente la realizada en el Teatro Municipal, al que este año fue posible acceder gracias a la colaboración de Francisca Las Heras, coordinadora del Área de Danza del CNCA, pudimos escuchar a la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, haciendo énfasis en la necesidad de democratización del acceso al Teatro Municipal, un espacio que desde su gestión ella ha planteado «para todos», no solo a nivel de audiencia, sino también de su escenario. Se enorgulleció entonces al mencionar que una de sus acciones iniciales en pos de ello, fue colaborar en disponer el teatro para el Encuentro Universitario de Danza, destacando la valiosa misión que ha cumplido hasta hoy BAJ. Escuchamos además a la Ministra de Cultura, Claudia Barattini, hablando del aporte de la danza a nuestra cultura, como un arte de grandes valores como campo de pensamiento, de acción social, no solo de ejecución, expresando por ello nuevos compromisos del Estado para con la danza. Compromisos y reflexiones que pudimos apreciar a instancias del Encuentro, y que no está demás decir, la corporación Balmaceda Arte Joven asumió y comprendió desde su nacimiento. Cabe destacar entonces, como la gestión de Ximena Zomosa y la presentación y participación de Oscar Vázquez en los distintos ámbitos del Encuentro —dos enormes artistas de nuestra cultura—, que dejaron claro en cada tramo de su quehacer que comprenden en profundidad las necesidades y valores de la danza en Chile.

Se hace necesario también mencionar el homenaje que realizó Balmaceda a los coreógrafos que han estado a cargo de la Compañía de Danza Balmaceda desde sus inicios, entre ellos, Astrid Ellicker, Paulina Mellado, Lorena Hurtado, Claudia Munzenmayer, Andrés Gutiérrez y Andrés Cárdenas, todos consagrados creadores de la danza chilena, venidos de distintas escuelas y estilos, lo que habla de la apertura y proyección de la corporación al pensar en sus talleres y espacios creativos.

Un capítulo aparte merece lo ocurrido en regiones en torno a este evento, como la presentación de la Compañía estable de danza de Balmaceda en Valparaíso. Por lo pronto podemos decir que acá, culminaron las dos últimas galas, tanto en el GAM como en el Teatro Municipal, con la presentación de la Compañía de danza Balmaceda Arte Joven de Santiago. Una multitud en escena, jóvenes que es posible que jamás hayan pensado que bailarían alguna vez en los escenarios de dichos teatros, con parientes y público que pudieron compartir una gala con las máximas autoridades culturales de nuestro país. Pero lo principal para quienes somos publico habitual de danza y asistimos a las distintas salas, incluido el Teatro Municipal, fue que lo ocurrido ahí esa noche y en cada jornada, mostró una gran calidad artística. Podemos adelantar que en la próxima función del 4 de noviembre ocurrirá lo mismo en Matucana 100, sobre todo considerando que arte, como escribió Tolstoi alguna vez, es el modo de transmisión de todos los sentimientos y pensamientos posibles a un otro.El Guillatún

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