El Guillatún

Conchalí Big Band y Mapocho Orquesta: jazz sin tregua

Conchalí Big Band y Mapocho Orquesta

Conchalí Big Band y Mapocho Orquesta. Foto: Caroline Berrios

La consigna fue clara y directa: «Conchalí Big Band» cumplió veinte años, y eso había que celebrarlo en grande. Junto a su par profesional «Mapocho Orquesta», la cual está compuesta de ex integrantes de la banda previamente mencionada y que llevó por algunos meses el nombre de «Conchalí Big Band Histórica», se lanzaron a tocar jazz sin titubear. Tomando prestada la cuna de la ópera en Chile, el Teatro Municipal de Santiago, dieron rienda suelta a un verdadero carnaval de música invitando a cuanto músico y amigo era posible a compartir escenario con ellas. La lista de invitados promete impresionar a cualquiera, tanto por la cantidad como por la importancia de sus nombres. A continuación va un muy breve recuento de lo sucedido aquel viernes 7 de noviembre, con sus principales canciones y artistas.

El espectáculo abrió con una introducción imparable. Tema tras tema, Conchalí Big Band y Mapocho Orquesta se alternaban en la interpretación de una pieza asociada de manera aproximada a cada década desde los años ’20 hasta los ’80. De este modo, tocaron That’s a Plenty de Lew Pollack, Back by Shuffle de Artie Shaw, Moonlight Serenade de Glen Miller, Salt Peanuts de Dizzy Gillespie y Kenny Clarke, All Blues de Miles Davis, Pick Up the Pieces de Average White Band e (It’s) Just Talk de Pat Metheny. Para finalizar la sección introductoria, tocaron a dos bandas el famoso In the Mood popularizado por Glenn Miller y su orquesta. Siguiendo este pomposo comienzo vino la intervención del fundador y director de la Conchalí Big Band: el cornista Gerhard Mornhinweg. Sus palabras fueron las precisas, mencionando brevemente la génesis del conjunto y agradeciendo a cuanto cómplice tuvo para armarlo.

El desarrollo del concierto estuvo marcado por las múltiples apariciones de músicos invitados. El primero fue el guitarrista Emilio Bascuñán, interpretando un tema de su propia autoría: One. Tras éste vino Deedle Blues, composición de Diane Schuur, en la voz de Daniela Vivar. Le siguió una leyenda del jazz en Chile. Daniel Lencina, con su trompeta a lo Dizzy Gillespie (con la campana apuntando hacia arriba), tocó Shinny Stockings compuesta por Frank Foster para la big band de Count Basie. Un trompetista siguió a otro y quien fuera ganador del premio Altazor el año 2010, Sebastián Jordán, presentó I Remember Clifford de Benny Golson. El cantante Rolando Massardo le sucedió, cantando I Get a Kick Out of You de Cole Porter. Vino entonces el punto de no retorno para un recital que ya se posicionaba como uno de los mejores del año. Se trató de la entrada triunfal de una de las piedras angulares del saxofón popular en nuestro país: Carmelo Bustos, miembro fundador de la reconocida Orquesta Huambaly, quien entró al escenario aplaudido con entusiasmo y salió de éste ovacionado por músicos y auditores. Lo suyo fue una interpretación de La Virgen de la Macarena de Bernardino Bautista Monterde (a veces también a nombre de Antonio Ortiz Calero), con un sonido de saxofón alto emocionante, una vitalidad y humor evidente, y un final espectacular con una nota tan alta en su instrumento que nadie habría imaginado posible.

Tras Bustos tocó el guitarrista Jorge Gonzalez. El tema fue Last season de Maria Schneider, el cual fue sucedido por un tema escrito por John Mills para la Conchalí Big Band llamado Force of the Nature. Luego de éste el director de la Mapocho Orquesta, Andrés Pérez, se levantó para ser solista en un tema de su autoría: Pausa Ligera, con arreglo de Carl Hammond. El siguiente invitado fue un pianista que quizás sea el músico popular más famoso y querido por el público chileno en nuestros tiempos. Se trató de Valentín Trujillo, o el Tío Valentín, quien abrió con el icónico I Got Rhythm de George e Ira Gershwin, absolutamente solo. Luego acompañó alternadamente con cada big band a Gabriela Ernst interpretando Summertime del mismo compositor y con letra de DuBose Heyward, a Rodrigo González con Almost Like Being in Love de Loewe y Lerner, y finalmente a Consuelo Schuster con They Can’t Take That Away from Me de los hermanos Gershwin. Acercándose al término de la velada, entraron el bajista Christian Gálvez y el baterista Carlos Figueroa para tocar el dinámico The Chicken de Jaco Pastorius. Tras impresionantes solos a cargo de este dúo y miembros de la Mapocho Orquesta, vino un momento de big band sin invitado. «La Conchalí» interpretó entonces Prelude to a Kiss de Duke Ellington (autor de la música). A este tema le siguió una agradable sorpresa: la aparición de Ana Tijoux cantando un arreglo de La Rosa de los Vientos, canción de su autoría junto a Makiza.

Para concluir, Conchalí Big Band y Mapocho Orquesta se guardaron un as bajo la manga. Se trató del compositor, multi instrumentista y educador Roberto Lecaros, esta vez con su violín tocando April in Paris de (Vernon) Duke y Harburg. El final no podía ser menos, y en esta ocasión ambas bandas lo acompañaron. Y como si esto fuera poco, tras acabar el tema los músicos pusieron la guinda de la torta tocando cumpleaños feliz, marchando por el pasillo central hacia la entrada del teatro al más puro estilo de When the Saints Go Marching In. Con este toque de alegría y energía terminó un concierto que, en alrededor de dos horas y media, no dio tregua ni cuartel a sus espectadores.El Guillatún

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