El Guillatún

Un autosacramental mestizo

A estas alturas de la historia de las artes escénicas, si algo arriesgado se puede hacer sobre el escenario es más fácil encontrarlo en el pasado que en el presente. Héctor Noguera miró bien lejos y halló en alguna parte de su propia historia la necesidad de llevar a escena, como director, la obra de Calderón de la Barca, El gran teatro del mundo.

La lejanía la dan los años que han pasado desde el estreno de la pieza en el siglo XVII, pero sobre todo el carácter de ésta, un auto sacramental: drama litúrgico escrito en verso, inspirado en pasajes bíblicos, conformado por personajes alegóricos y que se representaba el día del Corpus Christi entre los siglos XVI y XVIII. De espíritu existencialista, se sostiene en el tránsito fugaz del tiempo hacia la muerte.

Aunque Noguera advierte, al presentar el montaje, que el público debe apagar los teléfonos porque no tienen nada que ver con el 1641, año en que «fue estrenada con los mismos versos que ahora escucharán», la apropiación de los versos es dispareja entre los actores, y quizás ese sea el mayor riesgo de la obra, enaltecer la belleza de la palabra con un apego irrestricto a la forma, dentro de una realidad educativa que no considera el verso entre sus asignaturas.

La anécdota, la asignación de roles de parte del autor/dios a los actores (el Pobre, el Rey, la Discreción, la Hermosura, el Rico, el Labrador y un Niño) para que cumplan su papel en la Tierra desde la cuna al sepulcro y puedan ser perdonados, es fácil de seguir gracias al carisma que logra Juan Pablo Peragallo como el Mundo en clave clown y Alejandra Oviedo, actriz de gran proyección que carga cómodamente la grandeza de dios, además de los actores y actrices que fueron elegidos en un casting de 150 ex alumnos de la Universidad Mayor.

Impresiona la minimalista escenografía llena de significado y los vestuarios inspirados en la tradición religiosa mestizada del continente, creados por el diseñador Pablo de la Fuente. La música, de poca presencia y al servicio del texto, también resulta evocativa del tránsito misterioso desde la vida a la muerte y de una suerte de ritual.

Hay que considerar que es una obra que presenta una cosmovisión de medioevo sobre la existencia humana, donde lo que ocurre con los seres, sea cual sea su rol, debe ser aceptado simplemente «porque dios es dios». Incluso el niño, que representa a los no bautizados y se encuentra en el limbo, y al rico, el único personaje que no es perdonado e invitado a la mesa por el autor/dios, pues entonces la burguesía era una amenaza para la nobleza, la gran aliada de la Iglesia.El Guillatún

EL GRAN TEATRO DEL MUNDO
Autor: Pedro Calderón de la Barca /
Dirección: Héctor Noguera /
Asistente de Dirección: Carla Casali /
Elenco: Jordán Barra, Felipe Fariña, Daniela Fernández, Isabel Fonseca, Helmuth Höger, Francisca Maldonado, Alejandra Oviedo, Juan Pablo Peragallo, Mauricio Roa, Maria Eugenia Valenzuela /
Diseño Integral: Pablo de la Fuente /
Producción de Diseño: Isidora Carriquiry /
Asistente de Diseño: Ximena Riveros /
Música Original: Diego Noguera /
Asesoría de clown: Yerko Farías /
Producción: Francesca Ceccotti /
Asistente de Producción: Daniela Moraga.
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