El Guillatún

La melancólica soledad del futuro

Her

Amy Adams y Joaquin Phoenix en «Her».

El solitario Theodore (Joaquin Phoenix) compra un nuevo sistema operativo, OS1, que además de organizar archivos digitales y reuniones, tiene la capacidad de desarrollarse y, así, ser mucho más complejo que en su programación inicial. La voz de este sistema de inteligencia artificial se llama Samantha (Scarlett Johansson) y se convierte en la principal interacción que tiene el protagonista. Así, lo ayuda con las ediciones de las cartas personales por encargo que escribe Theodore en su trabajo, lo incentiva a tener una cita para dejar atrás su fallido matrimonio con Catherine (Rooney Mara) y lo acompaña en sus desvelos existencialistas. La historia se complejiza cuando Theodore comienza a compartir y disfrutar su vida junto a Samantha, hasta enamorarse de ella.

Her, de Spike Jonze es una pequeña historia acerca de las relaciones humanas, su complejidad, la crisis que enfrentan y el rol que cumple la tecnología en este asunto. La película, a pesar de tener un carácter futurista, tiene un peso de actualidad, de ser contemporánea, que en ningún momento se puede sacar. Es por eso, quizás, que el efecto del visionado es tan frontal y sobrecogedor. Porque si bien los efectos especiales utilizados funcionan muy bien —como cuando Theodore juega un videojuego—, lo importante va más allá de eso. La soledad, la monotonía y la sensación de que ya se ha experimentado todo, son las ideas que guían la historia, mucho más que los bellos y cuidados decorados. Todas estas, cuestiones propias del mundo de hoy.

La actuación de Joaquin Phoenix, cuidada y contenida, es capaz de emocionar por su simpleza y realismo. La cámara puede quedarse muchos segundos en un oscuro primer plano de él, y la mirada perdida o un gesto mínimo, basta para llenar la pantalla de sentimientos. Otro acierto es Amy Adams como la amiga de Theodore. Ella se sitúa en el mismo punto que Phoenix para interpretar su personaje. Son las sutilezas, en el lento pero conmovedor ritmo de sus escenas, las que valen mucho más que toda la sobreactuación que realizó en Escándalo Americano. En Her, Adams no necesita de ningún escote hasta el ombligo para convertirse en un personaje deseable, sino que lo logra, apenas, con una triste mirada y sus ganas de conectar.

Lo de Scarlett Johansson merece un punto aparte. Tiene la capacidad de levantar emociones solo con su voz, lo que en su caso no es menor, ya que muchas veces realiza actuaciones donde explota más su cuerpo que sus habilidades. Y sí, tiene una voz espectacular, pero la película también juega con ese morbo extra cinematográfico de que los espectadores saben cómo es la persona que habla y no se ve.

Spike Jonze es un director que cree en su elenco, ya que de verdad les otorga el espacio para que hagan su trabajo, se sientan cómodos y se luzcan; es arriesgado y original en su propuesta, pues resulta difícil encontrar un proyecto como Her en la actualidad, o como Adaptation y ¿Quieres ser John Malkovich? hace varios años; y tiene la osadía de dejar la pantalla en negro para que el espectador solo escuche y conecte desde ahí.

Jonze es una rareza de director, que se toma su tiempo entre una realización y otra, y que en el intermedio dirige videos musicales, cortometrajes y se suma a romper los códigos de comportamiento con sus amigos de Jackass (fue coguionista de Bad Grandpa y participó de la serie televisiva y de las películas). Además, Her, es la confirmación del genio creativo del artista (ganó el Oscar de Mejor Guión Original), que fue puesto en duda luego del término de la colaboración con su escritor Charlie Kauffman (Adaptation y ¿Quieres ser John Malkovich?).

Para finalizar. La banda sonora, a cargo de Arcade Fire, no podía estar más sintonizada con la historia, por lo que entrega unas canciones llenas de melancolía que no hacen más que volver la película mejor de lo que es. Y The Moon Song, cantada por Karen O (que estuvo nominada al Oscar como Mejor Canción Original) y acompañada con las imágenes del viaje de Theodore y Samantha, es una canción que sin preguntarle a nadie se cola en el interior del espectador para no salir más.El Guillatún

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